Dejar una botella de Mezcal en un bar donde los empleados no tienen la mas minima idea de lo que es esta fabulosa bebida espirituosa, es comparable a dejar un niño de cinco años abandonado en un tugurio de mala muerte.
Cuantos de nosotros no hemos oído «es un tequila ahumado» «está hecho con gusanos» «es un tequila de Oaxaca» «es un tequila con otro agave» y quién sabe cuantas otras barbaridades dignas de un chiste de mal gusto.
Una botella abandonada así, termina irremediablemente en la esquina empolvada de un bar y se queda ahi por siempre. Y, obviamente cuando le preguntas al cantinero por Mezcal, su respuesta será invariablemente: «No se vende, nadie la pide, llevo años ahí, no sé que es…»
Nadie nace sabiendo y el Mezcal no es ni tequila ni whisky ni mucho menos un vodka ultra destilado. Es complejo, difícil de entender, muy variado y muy desconocido. Además, el Mezcal es tradición, es cultura, es mitología y es historia.
Un bar con diferentes marcas, diferentes agaves, donde en su coctelería se respetan las calidades de los agaves es ciertamente un un bar donde hubo una apropiada educación. Será un bar donde se consuma regular y apropiadamente el Mezcal.
Wahaka Mezcal, desde hace 5 años ha hecho esfuerzos gigantescos y muy costosos para llevar esa educación completa a los bares de Norte America. Quisiéramos hacer más pero somos un equipo pequeño con un presupuesto muy ajustado. Aun así, prosiguiendo el camino apropiado de respeto y amor por nuestras tradiciones pronto nos verán en su bar o en el de a lado, continuando esta importante labor educativa en pro del Agave y sus destilados!
Salud!
MEZCALEANDO 